En mi sueño veo que es de noche, veo una hoguera en medio de la nada, con maderas al rojo vivo. Veo sus llamas lamiendo la oscuridad. Y la brisa, la veo en las fluctuaciones del fuego, en la intensidad de la luz. Y veo chispas que salen disparadas, y pavesas girando en el aire, sin control. Y el viento seguía soplando, pasando de largo, alejándose.
En mi sueño sentía que, en realidad, el fuego era yo, consumiéndome en medio de la nada, al ritmo cambiante de la brisa que, en realidad, eras tú.
Al despertar, me encontré con tu mirada de nube azul, y una lluvia de amapolas me cayó de tu boca, y me dormí de nuevo, arrebujado en tus brazos, y soñé que volvía a ser fuego, y que tú eras la hoguera, la noche, la brisa, la tierra. Que tú, lo eras todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario