Hundió los pies desnudos con movimientos zigzagueantes y al momento subió por sus piernas una corriente de energía que inundó todo su cuerpo.
Se abrió la camisa y palpó un punto exacto del esternón. Levantó el mentón respirando profundamente y apretó con el pulgar hasta oir un chasquido. Abrió los ojos ansiosa por comprobar que todo volvía a funcionar. Confirmó con un suspiro de alivio que los cambios empezaban a producirse.
Lo primero que desapareció fue el mar.
Con los pies en la arena-29,7x21cm-Pastel blanco sobre papel Canson negro |
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