El pasado se retuerce compulsivamente bajo las pisadas del presente, las cadenas rodantes e implacables de los panzers aplastando a la caballería polaca, todo un símbolo de heroísmo y de fútil resistencia ante lo inevitable. La luz renace y hiere mortalmente una y otra vez a la oscuridad. Pero nada es definitivo, nada es en realidad un principio o un final. Porque simplemente somos insignificantes partes de lo mismo, de la misma materia, de la misma energía. Por lo tanto, ¿hay un comienzo? Y si no lo hay, ¿qué significado tendría la muerte? Me estoy fijando, no en quién hunde el arma, no en quién recibe su pócima de dolor y tránsito. Me fijo en la misma lanza, la que une el hoy con el mañana, la que es camino de encuentro y motor de eternidad.
No se que decir!.....jajaja......filosofar es lo tuyo. No pares, sigue sigue.... NO pares...jajajajaja
ResponderEliminaragggggg ha ha ha (jadeos) y sigo y sigo y sigo jajaja
ResponderEliminarqué bonito, papá! jajajaj no te canses, ánimo!!
ResponderEliminar- Alicia
Gracias, gracias cariño. No me canso, no me canso cofcofcof, ahí va otra entrada ;-D
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