Ha estado en todas las riñas, en todas las peleas, escaramuzas, razzias, batallas. Ha estado en todas las guerras. Algunas veces incluso creyó que era su deber, que estaba moralmente obligado.
Otras se vio arrastrado por las circunstancias o por el cañón de una pistola en la sien. Pero siempre acabó igual: cadáver.
Cuando la paz no es suficiente para que unos pocos sigan aumentando su riqueza exponencialmente, le mandan a él a morir por ellos. A millones, a morir para ellos. Para esos pocos, los muertos no importan. El show debe continuar...
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