Bien ve ni dooooooooooossssssssssssss

Bienvenidos a mi blog. Todas las imágenes y los textos del blog son de mi única y absoluta autoría para el disfrute de quien sepa apreciarlo.

(Para quienes sólo quieran ver mis obras pictóricas, las encontraréis aquí http://raultamaritmartinez.blogspot.com.es/ )


viernes, 8 de noviembre de 2019

Gerónimo

El viejo Gerónimo se apartó de la tribu en plena noche y caminó como pudo entre las sombras hasta el río.
Bajo el brazo, envueltas cuidadosamente, llevaba unas hierbas poderosas con las que esperaba entrar en contacto con los dioses.
Se sentó en su lugar favorito de meditación: un recodo desde el que podía oír el rumor del agua. Hizo un pequeño fuego y se preparó la pipa con la poca luz que la luna le proporcionaba.
Enderezó la espalda y pegó las primeras chupadas con el rostro impertérrito, mirando y contando estrellas. La lechuza chirrió y Gerónimo murmuró una contestación mordisqueando la boquilla.
Imagen: Indio - ilustración digital
La transformación empezó a los pocos minutos.
Gerónimo mutó en águila y estiró los músculos, hinchó el pecho de aire y volvió con una culebra en el pico que devoró con apetito.
Siguió fumando y se transformó en un fabuloso búfalo. Galopó exhibiéndole a la noche su fuerza, pastó la jugosa hierba húmeda que crecía junto al río y regresó con lágrimas en los ojos.
Gerónimo intentó recuperarse de la Gran Tristeza levantando los hombros y cantando una canción de cuna a la luna.
La aldea apenas contaba con cinco familias. Sin alegrías, sin esperanzas dormitaban entre sol y sol, conviviendo con el rostro de La Muerte que se reflejaba en el agua y en los ojos de los niños.
Lanzó un aullido largo y profundo al viento y no tardó en obtener respuesta. Dos luces se dirigían velozmente hacia él hasta detenerse en la orilla contraria. Junto a ellas formaron un número creciente de lobos. Todos estaban pendientes del anciano. Gerónimo carraspeó y se dirigió a ellos con voz segura.
-Os he convocado como último recurso. El mundo que conocíamos ha muerto. Ninguno de nuestros sacrificios os ha bastado para salvarnos. Mi gente está preparada, incluso los más inocentes dormitan sin ilusiones sobre el pecho de sus madres. Colgado de mi cuello tenéis el emblema del Fin Del Mundo. Os lo entrego con vergüenza y deshonor. Disponed de nuestros espíritus.
Gerónimo se arrodilló con los brazos extendidos y lágrimas recorriendo los surcos secos de su rostro.
Las luces vibraron y se pudo ver en ellas infinitos seres diferentes hasta que se materializaron en dos grandes lobos blancos de ojos grises.
Comenzaron a caminar cruzando el río y el resto de lobos hizo lo mismo. Y eran millones.
Pasaron junto a Gerónimo imparables llevándose en las fauces su espíritu.
Las filas de lobos se perdían en todas direcciones y a medida que avanzaban, la noche se transformaba en día, las estrellas daban paso al sol y la oscuridad al más celeste de los cielos.
El sacrificio ofrecido por Gerónimo había desencadenado algo único y desconocido por el resto de los mortales. El mil veces derrotado anciano, había iniciado El Nuevo Amanecer Del Mundo.
Y en esta ocasión, el Ser Humano no estaba invitado a vivirlo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario