Semáforo rojo - fotografía |
Iba acelerado, como siempre, de un lado para otro, sin detenerme a observar mi entorno, enfocando mi mente en lo próximo que tenía que hacer, al sitio que tenía que ir y, con la respiración agitada, me dije: "Para, detente".
La noche ya había arrojado su manto sobre la ciudad.
Me acerqué al tronco de un frondoso árbol y respiré profundamente. Los faros de los coches iluminaban el asfalto. A mi lado, el soporte gris del semáforo. Casualmente tenía justo delante, en medio del pedacito de cielo que podía ver entre los edificios, a la luna. Brillando, probablemente ignorada por la mayoría de nosotros, acostumbrados a mirar al frente o abajo.
De pronto, la luz verde del semáforo a la que no presté atención, se volvió roja, e iluminó las ramas del árbol en el que estaba apoyado. Se encendió de repente, o más bien, se incendió en mis ojos. Pasó de estar en un plano invisible a mostrarse en toda su intensidad. Todo a mi alrededor empezaba a aparecer, a concretarse, a gritarle a mi consciente: "Estamos aquí, somos reales". Vi a otras personas cruzando la calle mirando al frente o abajo. Alguien me vio apoyado, quieto, mirando hacia arriba y se giró curioso. Pero no se detuvo y clavó la vista de nuevo al suelo.
Miré la hora en el móvil. Se me hacía tarde. Me puse otra vez en camino y desapareció la luz roja de las hojas, la luz amarilla de las farolas, los reflejos en el asfalto. Volvió la fatiga a mis pulmones, y cuando volví a enfocarme en las apremiantes tareas de costumbre, también desapareció la luna.
Autor: Raúl Tamarit Martínez
Semáforo rojo - fotografía que hice el pasado 15-10-2018 a las 20:39
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